- Coloque las costillas en una fuente para hornear grande. Vierta Dr Pepper para cubrirlos, reservando al menos 1/2 taza para la salsa. Agrega la sal y remoja las costillas en el refrigerador durante la noche (o al menos 2 horas).
- Caliente el horno a 350 ° F. Retire las costillas del líquido, séquelas y frótelas con el chile en polvo. Colóquelos en una fuente para hornear, agregue 1 taza de agua y cubra bien con papel de aluminio. Cocine durante 2 horas, hasta que la carne casi se desprenda del hueso.
- Para la salsa barbacoa, calienta el aceite en una cacerola a fuego medio. Saltee la cebolla y el ajo hasta que estén suaves y fragantes, y agregue la salsa de tomate, Worcestershire, vinagre, cayena y 1/2 taza de Dr Pepper. Cocine a fuego lento durante 15 a 20 minutos, o hasta que la salsa espese.
- Enciende la parrilla y unta las costillas con salsa. Cuando la parrilla esté caliente, cocínelos con el hueso hacia abajo en una parte más fría durante 10 a 15 minutos. Darles la vuelta y cocinar hasta que estén ligeramente carbonizados y ahumados. Retirar y untar más salsa.